martes, 28 de agosto de 2012

En realidad no las odio

Ana e Inés son mis amigas,
Seres humanos, no hormigas.
Una vez fuimos a Gredos:
Poca caca, muchos pedos.

Conocimos a una niña china,
Y montamos, con arnés, en tirolina.

Elaboramos un ranking de sexualidad exudada,
Todo bien, hasta teníamos posada.
Hostal Alfonso, se llamaba a la sazón
Y por tener, tenía hasta edredón.

Las piedras fueron nuestra mejor toalla.
Me río yo de Aranjuez, y de la playa.
En Gredos la vida es gozosa,
Tanto como un vinacho con gaseosa.

Ya vuelven. Las odio.

domingo, 19 de agosto de 2012

Musings from a fabulous (although hottest ever) summer




Mi celebrada lectura de Murphy parece que va llegando a su fin. Leo en voz alta, para practicar inglés, en bañador, en el cuarto de mi hermano, con un café en taza de flores a mi vera sobre la mesa. Ritual veraniego nº1.

Rutina, by RAE - <<Costumbre inveterada, hábito adquirido de hacer las cosas por mera práctica y sin razonarlas>>. Como fumar con una cerveza en la mano; como bucear siempre entero el primer largo al tirarte a una pisicna; como embadurnarte de protección 50 aunque el día salga nublado; como desayunar tostadas con paté a pesar del peligro cardiovascular a largo plazo; como detener el zapping en cuanto aparece Paul Rudd en pantalla; como llevar una chaquetita en el bolso en verano, por si acaso; como cambiar el cartucho de tinta de la pluma en el metro, aún sabiendo que lo pondrás todo perdido...

Costumbres culinarias, o alimentos que yo podría ingerir ad infinitum, o hasta que se acaben:

1. Paté y/o foie gras untadico en cualquier tipo de pan
2. Langostinos
3. Picotas, cerezas
4. Pistachos

Una vez pillé un colocón de pistachos, pero eso no mermó ni un ápice mi amor por ellos (no como mi episodio quinceañero con el martini con limón, que nunca jamás he vuelto a catar). A mi padre le hace mucha risa atiborrarse de picotas y luego el vómito es rojo y él ya no se asusta, pero la primera vez que le pasó creyó que su cuerpo acababa de explotar por dentro.